Su Alteza Real el Príncipe de Asturias presidirá el Patronato Extraordinario de la Fundación San Millán

19/12/2008
La Fundación San Millán de la Cogolla ha cumplido diez años. Con tal motivo, en el mes de enero se celebrará un Patronato Extraordinario que presidirá Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, D. Felipe de Borbón, Presidente de Honor de la Fundación, y que congregará en el Monasterio de Yuso a Patronos y Miembros Benefactores para realizar un balance de las actividades y proyectos llevados a cabo en esta década con el objetivo de hacer de San Millán un centro de cultura y de acogida de valor universal y, al mismo tiempo, lograr que sea uno de los principales focos de estudio y difusión del español.

Décimo Aniversario de la Fundación San Millán de la Cogolla

Pedro Sanz Alonso
Presidente de La Rioja y de la Fundación San Millán de la Cogolla

Cuando poco después de producirse la  Declaración de San Millán de la Cogolla y de sus Monasterios como Bienes Culturales Patrimonio de la Humanidad, concretamente el 8 de octubre de 1998, en un solemne acto presidido por Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, se constituyó la Fundación San Millán de la Cogolla, nos comprometimos a velar por los monasterios emilianenses de Suso y Yuso y a prestar una especial atención a la lengua española, patrimonio cultural de una amplísima comunidad que se extiende a uno y otro lado del Atlántico. Nos estimulaban las palabras que nos dirigió Su Alteza: “La altura de miras de sus fines  -nos dijo- suscita la adhesión incondicional de todos cuantos amamos la lengua y procuramos su desarrollo en el mundo”.

Han transcurrido diez años desde aquel primer momento. La Fundación es hoy una destacada entidad, que ha permitido  que los  Gobiernos Autonómico y Estatal, las instituciones, las empresas y las personas de toda clase aúnen esfuerzos  para hacer de San Millán un centro de cultura y de acogida de valor universal y, al mismo tiempo, lograr que sea uno de los principales focos de estudio y difusión del español.

A lo largo de estos años, la Fundación ha trabajado con vistas a cumplir la primera norma de sus Estatutos, que manda velar por los Monasterios de Suso y Yuso. En este sentido, se han acometido cuantas  obras de restauración  resultaron necesarias para proteger y cuidar estos monumentos. Unas actuaciones  que, junto a las que se están acometiendo actualmente (la restauración de la Iglesia, la del Refectorio y la iluminación de Yuso), supondrán una inversión de  más de dieciséis millones de euros.

Además, la Fundación ha sido motor de todo un proceso que ha hecho de San Millán un foco cultural y una referencia indiscutible del español.  Cabe destacar aquí la  aprobación en el Senado de la Moción del Grupo Parlamentario Popular, por la que se instaba al Gobierno de la Nación a apoyar el desarrollo y la difusión nacional e internacional del papel de la Fundación  San Millán de la Cogolla en la investigación y aprendizaje de la lengua española con la colaboración del Gobierno de La Rioja y en coordinación con las actividades desarrolladas por la Real Academia Española, el Instituto Cervantes y las demás instituciones con competencia en la materia.

Cabe destacar también el papel adquirido por la Fundación en el conjunto de la sociedad riojana, una sociedad que la siente como algo suyo (lo mismo que siente como algo suyo a San Millán) y que la eligió  “Riojano del año” o le concedió el Premio Prestigio por su defensa del Patrimonio. Esta propuesta propició que el Ministerio de Cultura la eligiera como  buen ejemplo de gestión del patrimonio.

Desde la Fundación hemos llevado a cabo cuantas actividades e iniciativas han  sido precisas para evaluar y analizar la situación del español, para estudiarlo y para divulgarlo. Ha sido precisamente en Yuso donde los académicos españoles asumieron el compromiso de encarar la elaboración y redacción del Diccionario Histórico de la Lengua Española. Fue también aquí donde se puso de largo la nueva Ortografía, por primera vez panhispánica, un claro ejemplo de respeto a los modos de hablar que se prodigan al otro lado del Atlántico. Y de nuevo fue San Millán testigo de  un acto sin precedentes: el que reunió en Sesión Plenaria a todas las Academias de la Lengua Española para aprobar  el Diccionario panhispánico de dudas. Con estos acontecimientos, la Real Academia Española ha reafirmado la capitalidad de San Millán de la Cogolla como corazón del idioma ya que ha elegido, como lugar simbólico, el Monasterio de Yuso para presentar todas las iniciativas que ha promovido con este propósito.

Todas estas tareas constituyen el precedente fundamental del Centro Internacional de Investigación de la Lengua Española (Cilengua). Un proyecto para el que hemos contado con la colaboración del Gobierno de España  y de la Comunidad Europea. Es este un centro  de investigación estrictamente profesionalizado e internacional, con investigadores propios cualificados, pero respaldado y nutrido científicamente por los departamentos universitarios, nacionales y extranjeros, y por las Academias de España y de los países de habla española. Un centro que desarrolla  sus actividades por medio de tres institutos, el de Orígenes del Español, el de Historia de la Lengua y el Instituto Biblioteca Hispánica, a los que se ha sumado el Instituto de Historia del Libro  y de la Lectura.

San Millán de la Cogolla ha sido y sigue siendo testigo singular de lo acontecido con una lengua, con nuestra lengua española, desde sus más remotos orígenes hasta este  momento. Ya en el siglo X, bajo el gobierno del abad Gomesano, el escriptorium de San Millán, centro neurálgico de la biblioteca, pudo participar en el porvenir de la lengua con los Comentarios a los Salmos, la copia de la Ciudad de Dios de San Agustín, y, sobre todo, con los famosos códices 31 y 46. Algunos siglos después y en el mismo marco surge una literatura nueva de la mano de Gonzalo de Berceo. Momentos y nombres que son  buenos referentes para el Cilengua, que  se ha configurado como un centro de investigación pionero y único en el dominio hispánico. Un centro, como decía más arriba, profesional y profesionalizado, prestigiado científicamente, con proyectos propios y otros ajenos, que cada vez con más frecuencia llaman a sus puertas. La corta pero intensísima trayectoria que este Centro  ha tenido hasta ahora ha hecho que algunas de las voces  más prestigiosas de nuestras  letras digan  que Cilengua da autoridad para reclamar la presencia en él de  las Glosas Emilianenses.

Pero nada de esto hubiera sido posible sin apoyos. El Patronato ha respaldado siempre, con diligencia absoluta, la acción cotidiana; los Miembros Fundadores han seguido dando su apoyo más allá de los primeros momentos; los Miembros Benefactores y Colaboradores  han contribuido de manera especial a la puesta en marcha y consecución de todos los proyectos. En este sentido, como Presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja y de la Fundación San Millán, me siento especialmente orgulloso de que la Fundación haya conseguido aunar lo público y lo privado, las iniciativas sociales y empresariales con las administraciones públicas. Nuestro afán por atraer desde el principio el interés del mecenazgo empresarial es hoy un importante logro. Nuestros benefactores son personas profundamente comprometidas con lo que la Fundación significa, con nuestra cultura y con nuestra historia.  Y destaca sobremanera el apoyo constante de toda la sociedad riojana. A todos quiero expresar aquí el agradecimiento de la Fundación y felicitarles por esta década de logros que han hecho posible que San Millán y La Rioja sean hoy referentes de la lengua española en todo el mundo.