Gonzalo Capellán participa en Madrid en la inauguración de la exposición “De buena tinta, 150 años de prensa en ladino”

10/10/2012
Inauguración

El consejero de Educación, Cultura y Turismo y vicepresidente de la Fundación San Millán de la Cogolla, Gonzalo Capellán, participa esta tarde en Madrid en la inauguración de la exposición “De buena tinta, 150 años de prensa en ladino”, en cuya organización ha colaborado la Fundación San Millán de la Cogolla, la cual ya en 2008 dedicó sus sextas Jornadas Sefardíes a la prensa en ladino y realizó una exposición que, con el mismo título, constituyó la primera de esas características realizadas en España.

En la inauguración participarán también el director de la RAE, José Manuel Blecua; el secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez Ponga; el director general del Centro Sefarad-Israel, Florentino Portero, y el comisario de la exposición y coordinador de las Jornadas Sefardíes de La Rioja, Uriel Macías.
 
“De buena tinta” exhibirá en Madrid ejemplares originales de cerca de medio centenar de cabeceras diferentes, procedentes en su totalidad de una biblioteca particular madrileña. Se trata de una muestra relativamente amplia si se tiene en cuenta la rareza y escasez de este tipo de piezas. Cronológicamente, los periódicos expuestos están datados entre 1877 y 2008 y, en cuanto a su distribución geográfica, los hay publicados en Esmirna, Constantinopla, Salónica, Jerusalén, Nueva York, entre otras.
 
La prensa en ladino nació hace 170 años en Esmirna en 1842 con la publicación de la primera gaceta en judeoespañol: La Buena Esperanza. Desde entonces hasta nuestros días han visto la luz no menos de 300 cabeceras, algunas de vida ciertamente efímera (con menos de una docena de números publicados). Las hubo también de una notable longevidad (hasta 70 años), lo que permite entrever el papel protagonista de la prensa en la sociedad sefardí.
 
En su época de mayor apogeo (1870-1935) llegaron a publicarse simultáneamente una gran cantidad de títulos, desde diarios a anuarios, en los principales centros de la vida sefardí de cuatro continentes. Hubo periódicos de información general, comerciales, políticos, científicos, humorísticos, literarios, culturales, etc. de las más diversas tendencias. Los más respondían a iniciativas privadas, y sus ingresos procedían de las suscripciones y/o de la publicidad. En su mayoría se trata de periódicos íntegramente publicados en ladino, pero también los hubo (y lo hay) con parte de su contenido en otras lenguas (turco, francés, hebreo, griego, etc.).